Mundo MushaMúsicaº: Consejos viajeros

Para que no os pase como a mi cuando volvía de Edimburgo , os muestro unos trucos que he encontrado por la red para aguantar largas horas de vuelo :

Un vuelo de varias horas puede convertirse en una pesadilla si no nos preparamos con cuidado. Especialmente, cuando tenemos que volar en compañías “low cost” con asientos pequeños y el avión va lleno de pasajeros. Afortunadamente, hay algunos trucos que pueden ayudar para olvidarnos del entorno y convertir la espera, bien en un momento para estar con nosotros mismos, o en apenas un recuerdo.

En primer lugar, conviene que prestemos atención a la ropa que llevemos ese día. Por lo general, hemos de evitar prendas o calzado ajustados (¡y ni hablar de tacones!). También ayuda llevar una prenda de abrigo encima por si baja la temperatura del avión o se pasan con el aire acondicionado. Lo que nos lleva a la humedad del aire en la cabina, que suele ser muy baja. Es por ello que viene bien hidratarse tomando líquido. Podemos comprar una botella ya en la zona de embarque del aeropuerto o pedir un par de vasos de agua a la vez para evitar a la azafata que venga dos veces. Probablemente tengamos que ir al lavabo con más frecuencia, pero movernos por el avión es también bastante saludable durante un vuelo largo.
Buena parte de las compañías aéreas dispone de folletos con ejercicios para hacer durante el vuelo. El personal de vuelo nos los puede facilitar o aconsejar sobre qué hacer para evitar molestias por pasar tanto tiempo sentados. En este sentido, dormir siempre es una buena opción, así llegamos frescos y listos para pasar por la aduana.

Si queremos dormir tranquilos, conviene elegir el asiento con cuidado. Algunos son mejores que otros dentro del mismo vuelo y clase. Como norma general, los asientos cercanos a las salidas de emergencia dejan más sitio para estirar las piernas; las ventanillas son mejores para quien quiera dormir.

Por contra, hay que evitar estar cerca de la ruta al baño, donde potencialmente todo el pasaje nos puede dar un codazo de camino al servicio. Si no estamos seguros, sitios como SeatExpert o SeatGuru nos ayudan a elegir el mejor asiento en nuestro vuelo.

Una vez nos hemos cansado de dormir, podemos entretenernos con los programas de televisión o películas que nos hayamos bajado la noche anterior para nuestras tablets y portátiles o llevarnos lectura. Es en estos momentos cuando los libros digitales se convierten en una ventaja. A la hora de comer, solemos olvidarnos de que aún no ha aparecido el terrorista del bocata calamares, de modo que nadie nos pondrá pegas en el control de seguridad. Además de económico, nuestra cocina puede superar la de algunas aerolíneas. Llevar caramelos o frutos secos también es recomendable.

Por último, tenemos el temido jet lag. Por alguna razón, suele ser peor cuando volamos hacia el Este que hacia el Oeste. Recuperarse suele tomar unos días de somnolencia, según cada individuo, y no hay mucho que podamos hacer. Algunos viajeros comienzan a vivir una hora o dos antes (o después), poco a poco antes del viaje. Hablaremos del él más adelante.

En definitiva, lo mejor que podemos hacer es armarnos de paciencia, mucha tranquilidad y entretenimiento. Si llegamos en buen estado, lo pasaremos mejor que si nos ponemos en movimiento estando hechos polvo.